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Una escalera "digna de protección"

En los últimos años han sido varias las ocasiones en las que el Ayuntamiento de Pamplona ha atendido peticiones vecinales o de instituciones que buscaban la descatalogación de un edificio, es decir, liberarlo de la protección que le otorga el catálogo del Plan Municipal bien para poder derribarlo o bien para acometer en él obras o modificaciones que esa protección impide.

Esta semana sin embargo la comisión de Urbanismo del consistorio pamplonés conoció una solicitud poco usual, la formulada por uno de los propietarios de un edificio protegido cuya intención es ampliar esa protección a dos elementos interiores del mismo: el zaguán y la escalera.

Lo inusual de la petición se sustenta obviamente en la singularidad de ambos elementos, principalmente la escalera en cuya construcción, que data del año 1846, se utilizó madera de roble con más de 300 años de antigüedad, según ha peritado un experto.

El abogado Carlos Tamburri Moso, propietario de parte del inmueble, situado en el número 2 de la calle Taconera, esquina con la calle San Antón, es quien suscribe la petición. “Lo hago porque sería una pena que en el futuro, si la propiedad cambia de dueños, alguien decidiera demolerla. Es una escalera especial que pienso que se debe conservar”, explica.

DE CARACOL Y CON UN APOYO

A los argumentos más sentimentales de Tamburri se suman otros más técnicos que expone el arquitecto Jesús Aramendía Pardo, autor del informe que se ha presentado en el Ayuntamiento de Pamplona para solicitar la modificación del catálogo del Plan Municipal.

Según Aramendía el grado de protección del edificio situado en el número 2 de la calle Taconera “se ha ido reduciendo progresivamente a lo largo de los años”, desde el grado 1 de protección integral que tenía en el año 1984, hasta el grado 3 actual que protege la fachada “como elemento configurador de la escena urbana cuya permanencia se quiere asegurar”.

El arquitecto añade que, además de la fachada, “el edificio tiene otros elementos de interés en el interior, como son el zaguán y la escalera”. Del primero de ellos explica que conserva “los pavimentos, revestimientos verticales y falsos techos decorados originales, con una puerta monumental que lo separa de la caja de escaleras”. Sobre esta última dice que es “más original todavía” y “digna de protección” porque toda ella, desde la planta baja a la tercera, está formada por dos semicírculos enlazados por tramos rectos y apoyada solo por un lado”.

A todo esto se suma que en su construcción se utilizó roble de más de 300 años en los peldaños, nogal en el pasamanos y otra madera que se desconoce, por estar pintada, en los balaustres. “No tenemos noticia de que toda la ciudad haya tampoco una escalera análoga, salvo la del número 4 de la calle, que es igual aunque en el otro sentido”, añade Tamburri.

El informe municipal, firmado por el arquitecto de la Oficina de Rehabilitación Urbana, señala que no encuentra inconveniente a la tramitación del expediente y a su aprobación inicial. Se abre ahora un plazo de exposición pública y Príncipe de Viana emitirá un informe.